vendredi 11 janvier 2013

*LOS RETOS DE LA POLÍTICA EXTERIOR MEXICANA...*

ESCRITO POR MAURICIO DE MARÍA Y CAMPOS EL 
"Mi último artículo del 2012 fue sobre los compromisos del Pacto por México. Hoy me referiré a los retos más importantes de política exterior que tiene nuestro país en el sexenio.

El tema es crucial ya que vivimos en un mundo cada vez más interdependiente, que ha experimentado y va a enfrentar transformaciones y dilemas políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales cada vez más complejos, frente a los cuales las instituciones existentes para el gobierno mundial, reflejan todavía los resultados de la 2ª Guerra Mundial, son cada vez más ineficaces y no parecen existir liderazgos a la altura de los que dominaban la escena mundial en 1945, cuando se creó el sistema Naciones Unidas-Breton Woods.
El G-20, el mejor intento tras de la crisis global, ha mostrado desde su creación mucha dificultad para cumplir con sus metas y compromisos.
Desde el día de ayer el servicio exterior y los embajadores y cónsules de México están reunidos con el nuevo canciller y su equipo de trabajo para escuchar del Presidente Peña Nieto y de los miembros de su gabinete la agenda nacional, examinar los retos internacionales y establecer derroteros preliminares de nuestra política exterior para los años venideros.
México tiene por delante múltiples retos. Quiero destacar 7 en términos regionales:
1º. Urge una nueva agenda bilateral integral con los EUA. Los temas candentes de la migración y el narcotráfico son claves para nuestra seguridad y vecindad; pero demandan un nuevo trato de Peña Nieto y Obama, apoyado en negociaciones regionales y globales. La demografía, las actitudes y las fuerzas relativas están cambiando. México podría jugar un papel más proactivo en los ámbitos federal y estatal, en temas rezagados de beneficio mutuo en materia social, económica, energética, ambiental, de infraestructura y de educación, ciencia y tecnología. La presencia de Canadá en la ecuación debe ser estimulada.
2º. América Latina y el Caribe constituyen una oportunidad frente al olvido de nuestro vecino del norte. En el futuro inmediato, más allá de la Alianza del Pacífico, 4 áreas exigirán atención especial: Centroamérica por razones económicas y de seguridad; Cuba, por cambio inminente e incierto; Brasil, con el que necesitamos acuerdos y alianzas concretas; y Venezuela, líder político y financiero subregional, en muy difícil coyuntura. Necesitamos nuevas políticas para esos escenarios.
3º. El papel ascendente de Asia exige otorgarle importancia creciente. América Latina y el mundo tienen vínculos crecientes con ella. China ya es nuestro 2º proveedor de mercancías y será pronto la 1ª economía del mundo. India tiene gran potencial. Japón es socio económico vital. Urgen agendas integrales con los tres. Con el nuevo presidente chino es necesario un encuentro próximo, e incorporar al diálogo a empresarios y académicos.
4º. Los especialistas en Europa pronostican una década pérdida. No obstante, algunos países seguirán siendo fuente importante de capital, tecnología y turismo, que hay que aprovechar en todo lo posible a partir de nuestro TLCUE. La reunión de fin de mes en Chile entre Latinoamérica y la UE será oportuna para explorar una nueva ruta.
5º. Rusia seguirá siendo un país clave que, por su tamaño, recursos naturales, renovadas aspiraciones de liderazgo y membresía permanente del Consejo de Seguridad en un mundo convulso, no podemos menospreciar. Será además este año anfitrión del G-20, en el que el cambiante reto energético será objeto de atención prioritaria.
6º. Los cambios democráticos en África, su riqueza energética y de otras materias primas y mercados en crecimiento están llevando a China, la India, Brasil, Indonesia y Turquía a un gran incremento en presencia, negocios y cooperación. México necesita organizar, como López Mateos en 1961 o Lula en su presidencia, misiones políticas y económicas para vincularnos estratégicamente con una docena de los 54 países africanos. Inevitable también repensar la relación con Egipto, el Magreb y el explosivo Medio Oriente.
7º. México tiene que fortalecer su participación en la esfera multilateral, que siempre ha sido complemento indispensable frente a nuestra vecindad bilateral, e impulsar los cambios urgentes en la obsoleta gobernanza mundial.
El nuevo canciller tiene una ardua tarea a realizar en los próximos años para incorporar programas renovados y personal apropiado a las nuevas demandas y construir un liderazgo efectivo en matera internacional dentro del Gabinete. La SRE ha sido uno de los patitos feos del presupuesto federal. Ello tiene que cambiar si México ha de convertirse en una potencia media global y ampliar su presencia política y económica en función del tamaño de su población y su economía y su importancia cultural en el nuevo mapa mundial."

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